La historia sigue a Kitarou, quien es el último sobreviviente de la tribu de fantasmas, una tribu que existió desde mucho antes que los humanos, pero ahora Kitarou al ser el último de su tribu trata de convivir junto a los humanos, siendo guiado y regañado a cada rato por el espíritu de su padre encarnado en un ojo. Kitarou es adoptado por un humano pero este nunca logra adaptarse a la vida de los niños humanos, teniendo la costumbre de viajar todas las noches al infierno para divertirse, gracias a su facultad de poder entrar y salir del infierno.